#5


#13

El día ya es de día,
pero yo sigo borracho
y exultante;
pozo y hielo sin derretir.

Lo único que me dice por donde ir
son unas luces estiradas,
abiertas como tus piernas.

Contemplo las nubes
y un pájaro de buen agüero
me dice que me vaya a dormir.

No le hago caso
y me meto en el laberinto chillando como un niño.

#14

Me estiro hacia la luna
en un sorbo que se hace trago,
y envuelvo los balcones
y los árboles
cuando llega la navidad.

#15

No sé qué monstruo crearé.

Era ese cielo azul,
azul, azul,
que me elevaba.
Qué animal.

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