#10
#28
Parece que perdí el torneo
pero me diste igual tu prenda
y te la saqué en la cama
¡y en el sofá!
¡y en esa habitación con la puerta de
cristal!
Le perdimos el miedo
al vértigo de la electricidad.
#29
Más que serte infiel
te soy hereje, brujo.
Te haré magia,
con tal de que me quemes con tus
llamas.
Qué placer
es la seda de tus telarañas
si el paso del tiempo no ha sido un
deleite,
ni un gusto;
sólo arena saliendo de mi boca y
cayendo al suelo,
cayendo en la tuya y después en la
mía,
cuando me haces de cielo y te hago de
cauce,
cuando yo de luna y tú de labio,
como un río sin mares ni desembocadura
que hace girar el molino de mis
entrañas.
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